La imagen corporativa es la percepción que el público tiene de tu empresa, formada a través del diseño visual, los mensajes y los comportamientos. Dicho de otro modo, es básicamente cómo te ven los demás. Es la primera impresión que tu empresa ofrece a través del logotipo, los colores y cómo te comunicas. Es todo lo que representa tu empresa y cómo se percibe en el mercado, incluyendo aspectos como el logotipo, la paleta de colores, la tipografía y el tono de los mensajes.
Por ejemplo, el logotipo de McDonald’s y su característico uso del color rojo y amarillo no solo son fácilmente reconocibles, sino que también transmiten una sensación de calidez y energía, aunque la empresa haya creado un rebranding recientemente para comenzar a trabajar con el color verde en sustitución del rojo para tratar de reflejar un estilo de vida más saludable. Un cambio de imagen que no se ha realizado en todos los países, ya que en Estados Unidos mantiene su color principal.
¿Es importante para mi empresa la imagen corporativa?
Rotundamente, sí. Una imagen corporativa sólida es esencial porque establece la primera impresión que genera tu empresa y contribuye a la confianza del cliente. Según un estudio de Lucidpress, las empresas que mantienen una consistencia en su imagen y en sus mensajes pueden aumentar sus ingresos en un 33%. Por ejemplo, Starbucks ha logrado adquirir gran lealtad de marca por parte de sus clientes gracias a una imagen coherente que evoca una experiencia premium y acogedora en cada punto de contacto.
Tener una imagen corporativa fuerte es como tener una tarjeta de presentación impactante. Te ayuda a destacar, a construir confianza con tus clientes y a diferenciarte de la competencia. Una buena imagen genera una grata primera impresión, y eso puede traducirse en clientes leales y, por supuesto, en más ventas.
¿Cuáles son los primeros pasos para definir la identidad corporativa de mi empresa?
Construir una imagen corporativa eficaz comienza con definir una identidad visual clara. Lo primero es conseguir desarrollar un logotipo que refleje la personalidad de la empresa: ¿a qué se dedica? ¿A quién va dirigida? ¿Qué quiero transmitir? Después entra en juego la paleta de colores, ya sea para el logotipo o para los diferentes elementos visuales que vendrán a continuación. ¿Qué expresan los colores que voy a utilizar? Y, por último, hay que empezar a tener claro el mensaje, hay que definir la voz que tendrá la empresa de una manera clara, ¿qué valores tendrá la empresa?
En resumen, la creación de la identidad corporativa tiene que estar totalmente alineada con los valores y los objetivos de la empresa. Airbnb, por ejemplo, logró transformar su imagen con un logotipo renovado y una paleta de colores cálidos que reflejan la sensación de pertenencia y comunidad. El enfoque en una comunicación visual y textual consistente en todas sus plataformas ayudó a fortalecer su marca globalmente en un periodo en el que estaba sumergido en críticas y desconfianza.
Por tanto, son tres los elementos clave para la creación de una identidad corporativa: el logotipo, que debe ser distintivo y fácilmente reconocible; la paleta de colores, que debe evocar las emociones y valores correctos; y los mensajes, que deben ser claros y reflejar la propuesta de valor de tu empresa.
¿Es lo mismo la identidad corporativa que la imagen corporativa?
No. La imagen corporativa es cómo se percibe la empresa desde el exterior, mientras que la identidad corporativa es cómo la empresa se define a sí misma. La imagen es la percepción pública y externa, mientras que la identidad es la autoimagen y los valores internos que la empresa desea comunicar. En otras palabras, la imagen es la percepción externa de tu empresa y la identidad es la forma en que tú defines quién eres y qué representas. Por ejemplo, Nike se percibe como una marca innovadora y enérgica (imagen corporativa), pero su identidad corporativa se basa en valores como el empoderamiento y la superación personal, que guían todas sus campañas y mensajes internos.
Ejemplos de éxito de imagen corporativa
Empresas como Apple, Nike y Coca-Cola son ejemplos notables de imagen corporativa exitosa. Cada una tiene una imagen corporativa súper reconocible que les ayuda a conectar con sus clientes. Apple es sinónimo de elegancia y simplicidad, Nike de energía y motivación, y Coca-Cola de felicidad y tradición.
¿Cómo mejorar la imagen corporativa de tu empresa?
Para fortalecer la imagen corporativa, considera realizar una auditoría de marca, actualizar el diseño visual si es necesario, y asegurarte de que todos los puntos de contacto con el cliente reflejen la identidad de la marca. Además, una comunicación clara y coherente, junto con una experiencia del cliente excepcional, son claves para mejorar y mantener una buena imagen corporativa. Un aspecto en el que, por supuesto, podemos ayudarte para que consigas todos los objetivos que tienes en mente, ya que somos expertos en alinear identidad e imagen corporativa.
Dicho de otro modo, empieza revisando tu marca actual y actualiza lo que no esté funcionando. Asegúrate de que todos los aspectos de tu comunicación, desde tus anuncios hasta tu página web, estén alineados con tu imagen. Y no olvides ofrecer una experiencia increíble a tus clientes; eso también ayuda a mejorar tu imagen. De hecho, hay grandes empresas que han actuado así recientemente: Red Bull ha reforzado su imagen al innovar en su contenido y en la forma en que conecta con su audiencia a través de eventos deportivos y promociones creativas.
Errores comunes al crear una imagen corporativa
Cada uno es experto en su materia, si una persona se encuentra en mal estado es evidente que acude a un profesional de la medicina para que le ayude a mejorar, si alguien necesita construir una casa consulta a un arquitecto para que le realice el proyecto y encuentre el mejor equipo para que lo lleve a cabo. Pues con la creación de imagen corporativa ocurre lo mismo. Lo principal es buscar un profesional capacitado que sepa desarrollar el proceso de creación de una imagen corporativa. No cualquiera puede hacerlo. Quizá exista alguien capaz de crear un logotipo o algún elemento visual, pero no basta simplemente con hacerlo sin más, ya que puede haber falta de coherencia en el diseño, la elección de colores y de las fuentes puede que no reflejen la identidad de la marca y que además haya falta de claridad en los mensajes. También es crucial no optar por un diseño genérico que no te haga destacar.
En resumen, una imagen corporativa fuerte y coherente es clave para conectar con tus clientes y destacar en el mercado. Asegúrate de que cada aspecto de tu marca refleje quién eres y qué representas. Por eso, déjate asesorar por profesionales como nosotros para conseguir que tu marca adquiera la imagen corporativa que necesita ¡Esto te ayudará a dejar una impresión duradera a tus clientes y tener por consiguiente más ventas y mayores beneficios!